miércoles, 9 de mayo de 2007

El principio del fin


A mi forma de entender con la XX dinastía se cierra la ultima época de esplendor puramente egipcio. Las posteriores dinastías serán solo un tenue reflejo del pasado esplendoroso. Solo algún destello circunstancial nos dará una falsa ilusión, pero la verdad es que ni los saitas, ni los faraones negros, ni los asirios y mucho menos los griegos lograron devolver a Egipto su gloria pasada.

Veamos ahora unos apuntes sobre la XXI y XXII dinastías.

En el año 19 de Ramsés XI (hacia 1080 a.C.), este soberano después de destituir a Amenhotep de su cargo de gran sacerdote de Amón en Karnak, nombró en su lugar a un general de su entera confianza llamado Herihor.

Poco tiempo después Herihor fue nombrado visir del Alto Egipto y virrey de Nubia. La debilidad del último de los Ramsés y la ambición de Herihor hicieron que se cumpliese la antigua aspiración del clero tebano: desplazar del poder a los faraones de Egipto. Herihor utilizó, en vida de Ramsés XI, el protocolo de los faraones de Egipto inscribiendo su nombre y títulos en un cartucho. De hecho, se estableció una especie de corregencia en la que el hombre fuerte fue Herihor. El año de su nombramiento, marcó lo que se llamó “Era del Renacimiento”, de este modo Herihor señalaba para el recuerdo su “ascensión al poder” con el inicio del año 1. En los documentos oficiales existieron, por lo tanto, dos fechas en paralelo: el año 19 de Ramsés correspondía al año 1 del Renacimiento.

Paralelamente a lo que ocurría en el Alto Egipto, en el Delta un visir perteneciente a la rama dinástica tradicional llamado Esmendes gobernaba el Bajo Egipto. Mientras, en Tebas, a la muerte de Herihor, éste transmitió sus cargos a su hijo Pianj (que dejó de inscribir su nombre en los cartuchos reales) y muerto Ramsés XI, el visir Esmendes se proclamó rey del Alto y del Bajo Egipto. Nubia se perdió definitivamente como país vasallo de Egipto.

Con la muerte de Ramsés XI termina la XX Dinastía y el Imperio Nuevo. La subida al trono de Esmendes marca el inicio de la XXI dinastía y lo que llamamos Tercer Periodo Intermedio. La nueva capital se estableció en Tanis ciudad de nueva planta en el delta Oriental.

La muerte de Esmende, cuya tumba no ha sido encontrada, le sucedió en el trono su hijo Psusenes quién para mantener el equilibrio del estado y controlar a la nueva dinastía sacerdotal de Tebas nombró a su hija Makare con el titulo de Divina Adoratriz y Esposa de Amón de Karnak. Este título sería llevado en el futuro por una de las hijas de cada faraón de la linea dinástica y su poseedora tenía que ser virgen, estratagema que pretendía evitar una segunda linea dinástica paralela a la de Tanis que habría empeorado más el dificil equilibrio de la conservación del estado. Cada Divina Adoratriz nombraba “en adopción” a su sucesora en el cargo. Psusenes restauró el templo de Amón en Tanis y le dotó de un nuevo muro.

En Tebas la dinastía de los grandes sacerdotes continuó ejerciendo el poder en el Alto Egipto, aunque reconociendo la soberanía de las “dos tierras” al faraón reinante en Tanis: Psusenes. Ocurrió que el hijo del gran sacerdote Pianj, llamado Pinedyem sucedió a su padre y se casó con Makare, hija legitima de Psusenes y Divina Adoratriz de Amón, con lo que adquirio plenos derechos en sus pretensiones al trono.

A este sacerdote-faraón todos lo conocemos por su gran estatua en la entrada del templo de Karnak, usurpada a Ramsés II.

Pinedyem I tenía en su mano todos los resortes del poder, el relgioso, el militar (como jefe del ejrcito del Alto Egipto) y el administrativo, pues era visir. Al parecer fue un hombre piadoso, pues fue bajo su mandato que las momias reales y las de los grandes sacerdotes, cuyas tumbas eran desde la XX dinastía sisytematicamente violadas, fueron reacondicionadas y escondidas en varios lugares de la zona de Deir-el-Bahari y en la tumba de Amenhotep II en el Valle de los Reyes. Todavía no se sabe con certeza si Pinedyem reinó realmente como faraón, pues mientras que en un bloque encontrado en Tanis se lee: ” El hijo de Re que tomó la corona roja y la corona blanca, el señor de los tronos Pnedyem, amado de Harakhty”, en una copa hallada en la tumba de Psusenes leemos: “Pinedyem …el que está en la tierra…”, que hace suponer que aún vivía mientras Psusenes había ya muerto y su momía enterrada dentro del recinto de Amón en Tanis. Es posible que hubiese habido una corregencia entre suegro y yerno pero las excavaciones de Tanis aún no han aclarado ese misterio.

Pinedjem le sucedió como gran sacerdote de Amón su hijo Mahasarte que murió poco después de ser entronizado como pontifice. Antes, no obstante, volvió a restaurar las momias que su padre había escondido, ya que habían sido nuevamente descubiertas y dañadas por los ladrones de tumbas. Hubo graves disturbios sociales en el Alto Egipto y el nuevo sucesor de Mahasarte, llamado Menkheperre, hijo también de Pinedjem, fue enviado al frente de las tropas para sofocar una rebelión. El pontificado de Menkheperre, como gran sacerdote de Amón, fue muy largo ya que duró por lo menos 48 años. Como lo prueban las inscripciones sobre la momia de Sety I, este rey-pontifice tuvo que restaurar nuevamente la momia del padre de Ramsés II, lo que prueba la debilidad del reino y la impunidad de los ladrones de la necrópolis real.

No sabemos los lazos de parentesco del nuevo faraón Amenemope y la familia de Psusenes pero fue enterrado en la tumba de este último en Tanis. A Amenope le sucedió Siamón que solo es conocido por sus obras arquitectónicas en Tanis, sobre todo en la ampliación del gran templo de Amón.

A Siamón le sucedió un rey llamado Psusenes II del que sólo sabemos que fué el último rey de la XXI dinastía. Mientras tanto en Tebas el pontificado de Amón en Karnak, estuvo ocupado sucesivamente por dos hijos de Menkheperre: Esmendes, que casi no sobrevivió a su padre, y Pinedyem II que fue contemporaneo del faraón Siamóm. Por último un sumo sacerdote llamado Psusenes, cierra la lista de los grandes sacerdotes tebanos de la línea iniciada por Herihor.

domingo, 6 de mayo de 2007

Radiografia a la mascara del faraón Tutankhamón



Ficha técnica de la máscara de oro:
nº de entrada en el Museo de El Cairo:JE 60672
Materiales: oro,lapislázuli,cuarzo,obsidiana,turquesa,y pasta vitrea.
Dimensiones y peso:Alto:54cm..Ancho:29,3 cm..Peso: 11 Kg.

En 1967,parte del tesoro de Tutankhamón,fue exhibido en el Petit Palais de Paris,en una exposición llamada "Toutankamon et son temps".

Los exámenes radiológicos de la máscara de oro comenzaron a las 22 horas o sea a la hora de cierre del museo.Como la máscara no se podía sacar de su vitrina, sólo se pudieron sacar radiografías en las posiciones de frente y de perfil. La vitrina era de grueso cristal y, por lo tanto ,impidió la toma de radiografías oblicuas,como se había pensado en un principio.

Puesto que el oro es uno de los metales más densos(nº atomico 79 y densidad 19,285 )se pensó en utilizar rayos gamma en lugar de rayos X debido a su mayor poder penetrante.Fue utilizada una película radiografíca Kodax,especialmente fabricada para este fin,en medidas de 80 X 75 cm. y Ready Pack.

El tiempo de exposición y la distancia de la fuente de radiación a la pelicula no fue prefijada,ya que había dos posibilidades:colocar la fuente de radiación tocando prácticamente a la vitrina protectora,en cuyo caso el tiempo de exposiciónsería más corto aunque el ángulo de proyección resultaría excesivo,necesitando al mismo tiempo una película infinitamente mayor o colocar la fuente de radiación a una distancia más prudencial,con lo que se reduciría el ángulo de proyección,pero alargaría el tiempo de exposición.La distancia ideal fue encontrada con la fuente de radiación escogida,de iridium192,a 1,5 m. de la película,la cual necesitaría una exposición aproximada de dos horas.Con esto,la imagen radiográfica de la máscara auementaba en un tercio su tamaño original.El aparato utilizado fue un Gammatrón G 800,cedido amablemente por la sociedad A.G.S.

Se tomaron,en estas condiciones,dos radiografías,fijando la pelicula en la propia vitrina con tiras de esparadrapo,siendo cada una de ellas de dos horas de exposición.Una de ellas reveló ciertas irregularidades en las capas de oro(la máscara presenta un grosor de 2,5 a 3,5 mm.),de la mejilla derecha..De hecho ,la mejilla del faraón presenta unacicatriz a esa misma altura.

A pesar de que el orfebre que hizo esta admirable máscara la realizó con una precisión encomiable,las radiografías han revelado ciertas irregularidades,las cuales han confirmado que esta obra de arte fue construida en trs piezas separadamente y luego unidas,martilleando simplemente los rebordes.

Esta máscara funeraria parece ser fiel a la imagen real del joven rey.Las cejas y el maquillaje de los ojos son de lapislázuli.

En la radiografía,pueden apreciarse perfectamente sobre la frente,los dos animales dinásticos que protejen al rey;la cabeza de buitre de la diosa Nejebet y la cobra de la diosa Uadjet,de cuerpo ondulante,que se prolonga hacia el cráneo.Son los simbolos del Alto y Bajo Egipto,respectivamente.

La radiografía de perfil,por otra parte,reveló una unión,la cual indica que tanto la parte posterior como la parte frontal del tocado fueron construidas por separado y ensambladas martilleando los bordes.


Takharka y su tiempo



El faraón Taharka y su tiempo:

Perteneciente a la XXV dinastía, llamada etíope, kushita o, también de “los faraones negros”. Taharka ocupó el trono de Egipto trás la muerte de Shabataka ocurrida alrededor de 690c.C.

dilatado reinado de este faraón (26 años), se caracteriza por una gran actividad constructora. Taharka fue un infatigable constructor, y no sólo en su país de origen sino en todo el valle del Nilo egipcio. En Nibia construyó el santuario de Kaua, devolviendo al templo el esplendor de los mejores tiempos, cuando fue edificado por Amenhotep III (XVIII dinastía). También en Nubia construyó un templo en Napata, ampliando el ya existente en Sanam Abu-Dom dedicado a Amón-Ra. A pesar de los numerosos templos nubios edificados bajo su reinado (Qasr Ibrim, Meroe, Semna y Buhen principalmente), el recuerdo de su paso por el trono de las Dos Tierras quedó reflejado en el recinto de Amón en Karnac, la principal capital del Imperio Egipcio.

Todavía se levanta una columna de 21 metros de altura (en el patio bubástida) frente al 2º pilono del gran templo de Amón, que formaba parte de un templete levantado por el faraón negro. Edificó también una columnata ante la puerta del recinto de Montú, un santuario dedicado a Osiris, junto al lago sagrado, y otra columnata de 20 columnas (4 filas de 5 columnas), junto a la puerta de Nectanebo, al Este del recinto sagrado. Las columnas de Taharka imitan al signo jeroglífico “uadj” que representa un cetro de papiros verde, el color del renacimiento de la vida. En las construcciones de Taharka, se advierte un intento de volver a las formas arcaicas del Reino Antiguo. Preludio de un stilo que caracterizará a la dinastía siguiente (XXVI) de los saítas.

Taharka no tuvo un reinado fácil ni apacible. En el año 17 de su reinado se enfrentó a las tropas asirias de Asarhadon en la sublebada ciudad de Askalón. A pesar de la victoria egipcia. la pujanza del poder aisrio hizó que tres años más tarde Taharka fuera derrotado sufriendo la captura, no solo de la antigua capital Menfis, si no también la de su hijo primogénito. Por primera vez Taharka tuvo que replegarse hacia el Sur de Egipto.

A la muerte del vencedor Asarhadón, le sucedió su hijo Asurbanipal que derrota a Taharka cerca de Menfis. Nuevamente Taharka se refugia en la capital Tebas, pareo ante e empuje de las tropas asirias, se ve obligado a refugiarse en el antiguo reino de Napata, en Nubia.

Yaharka consiguió la alianza de los reyes del Norete de Egipto vasallos de Asurpanipal, pero éste los ejecuta a todos excepto al rey de Sais Nekao I que instala en el trono a su hijo Psamético I. Ha empezado una nueva dinastía, la XXVI, con reyes indigenas.

Hacia el año 666, Taharka muere en su lejano reino de Napata.

Siguiendo las viejas tradiciones egipcias, se construye una tumba piramidal frente a la montaña sagrada de Djebel Barkal. El lugar elegido es la inaugurada necrópolis de Nuri, al otro lado del Nilo en la montaña sagrada.

Una curiosidad sobre la ubicación de esta necrópolis, conforme a la costumbre ancestral de reposar en el Occidente, el lugar de los muertos por donde se pone el sol y se pasaba a la otra orilla. Pero, en realidad, si miramos el mapa de la zona, el Nilo forma un gran meandro, por lo que realmente la situación de Nuri corresponde al Sureste del Nilo.

Los tesoros de Tanis




El descubrimiento de las tumbas reales de Tanis

La ciudad de Tanis, la actual Tell- san el-Hahar,se encuentra a 130Km. al Nordeste de El Cairo. Desde que se descubrieron sus ruinas ( en 1800 ya figuran en la Description de l’ Egypte) Tanis se identificaba con Per-Ramsés y también con Avaris, la ciudad de Ramsés II la primera y la capital de los Hicsos la segunda. En 1918 A. Gardiner, leyendo los textos, vio que Per-Ramses era una ciudad diferente de Tanis, situando a esta última sobre la rama Pelúsica del Delta. No pensaba lo mismo Pierre Montet, profesor de egiptología en Estrasburgo quién,, en 1928 interesado por los vestigios de Ramsés II que afloran continuamente, decide excavar en Tanis. Una vez más la casualidad es la “culpable” de un gran descubrimiento. Montet, había empezado su carrera en el Libano, concrecatamente excavando en Byblos; alli quedo sorprendido por los vestigios egipcios que se encontraba, y decidio buscar la reciprocidad en Egipto, buscando restos fenicios en Avaris…asi fue como llegó a Tanis…creyendo haber encontrado Per-Ramsés…pero que estos errores de ubicación no nos hagan olvidar la gran labor de este arqueólogo.

En condiciones muy dificiles, y siempre acompañado por su esposa, cada invierno el profesor recuperaba objetos que engrosaban las colecciones del museo cairota. Una vez construida la casa de la misión, el equipo basico estuvo formado por Jean-Louis Fougerousse, arquitecto; Georges Goyon arqueólogo asistente de Montet; el abad egiptólogo Paul Bucher y la dibujante Lucienne Eprou.

Desde 1929 a 1940 la misión trabajó excavando la parte Sur del Gran Templo de Amón en Tanis. Los descubrimientos convencieron, equivocadamente, a Montet de que Tanis era la antigua Per-Ramsés.

El 25 de Febrero de 1939, limpiando los escombros de una de las viviendas ptolemáicas, Montet, tras levantar el bello pavimento de una de esas viviendas encontró restos de ushesbty de un rey, Sheshonq, que figuraba en la puerta del templo, y un nudo de Isis de oro. Levantando una gran losa con forma de dintel, descubrió una cavidad casi cubierta de tierra. Ayudado por Fopugerousse y Goyon, Pierre Montet, creyó encontrarse en la tumba de Sheshonq, pero las inscripciones demostraron que era Osorkon. (XXII dinastía).

Antes de seguir con los descubrimientos de las tumbas, me gustaría comentaros algo importante. En Tanis, los reyes no solo crearon una nueva capital, si no que copiaron de manera muy cuidadosa el esquema de la ciudad que dejaban en manos del clero de Amón, Tebas. Construyeron un templo de Amón, que salvando las distancias de cantidad y calidad, se asemeja en su planta al templo de Karnak. Un templo grande dedicado a Amón, un templo dedicado a Horus, el templo dedicado a Konsú, un lago sagrado, un gran temenos de adobe que cerraba todo el recinto, y en el exterior el Templo dedicado a Mut. Y digo lo de curioso, porque podría dar la falsa impresión, de una huida del dominio de Amón en beneficio de otro dios, pero no fue asi…

Fue en el interior de este recinto donde los reyes de Tanis decidieron tener sus moradas eternas.

El día 17 de marzo de 1939 (no podía ser de otra manera ) fue recordado por Montet como : ” Un día maravilloso digno de las Mil y una noches”, Montet entraba en la tumba inviolada del faraón de la XXI dinastía, Psusennes I.

El sarcófago de plata don la cabeza de halcón, encontrado en la antecámara, se abrió el 21 de Marzo, en presencia del rey Farouk. Pero no se trataba de Pssusenes, sino de Sheshonq Heqakheperre…

El 23 de enero de 1940, Montet encontró la tumba con el ajuar del principe Hornakht, hijo de Osorkon II que se encontraba en una cavidad oculta de la antecámara de su padre (tumba I). Rl 16 de Febrero de 1940 se separa el blocaje de la tumba III, y se entra en la camara funeraria de Psusennes.

Era la primera tumba real encontrada intacta en Egipto. Seutilizaron para la maniobra de separar la piedra de cierre, los mismos rodillos de bronce abandonados allí por los que sellaron la tumba. El 16 de Abril de 1941, a instancias del rey Faruk, se abré la cámara paralela a la de Psusennes (tumba III) descubriéndose la cámara funeraria de Amenemope, que, en principio, estuvo preparada para la reina Mutnedjmet, esposa de Psusenes.

Y para aqui, simplemente por que la cosa os parecera confusa…¿no?…y la verdad es que lo es. Imaginaros por un momento, encontrar dentro de un templo consagrado a Amón, toda una serie de tumbas reales, al parecer invioladas, pero practicamente las unas encima de las otras, en un pequeño espacio. Lo podreis ver bién en el plano que pongo del templo. Y no solo eso, tanto el templo como la entrada a las tumbas, estan construidos a base del material recuperado de lo que fue la antigua ciudad de Ramsés II: Per-Ramsés.

Aqui se encontraron tesoros, que la mayoría de gente que va al Museo de Cairo, no va a ver, simplemente porque quedan deslumbrados por Tut. Pero realmente vale la pena perder unas horas en su contemplación. No solo son de un gran esplendor los sarcófagos de plata, las mascaras de oro, sino que hay un sinfín de joyas de una delicadeza y de un trabajo verdaderamente excepcional.

Cuando se encontró , en la antecámara de la tumba de Psusennes , el ataúd de plata de Sheshonq, este yacía entre dos momias descompuestas.

En su interior la máscara funeraria parecía flotar sobre las incrustaciones de un sarcófago de cartonnage totalmente descompuesto a causa de la intensa humedad. Esta fue la tónica en todos las tumbas reales de Tanis, la capa freática esta muy alta, y la humedad que esto comporta destruyo todos los materiales organicos; nada quedó de los ajuares funerarios, las vasijas y otros elementos que estaban sobre estanterias o muebles de madera, cayeron al suelo y se rompieron. Asi mismo las momias estaban totalmente destruidas por la acción de la humedad que rehidrató los cuerpos e hizo que estos sufrieran una descomposición.

La momia descompuesta de Shessonq apareció cubierta con dos pectorales y los amuletos protectores que se habían colocado entre las vendas.

Como todos sabeis la tumba del rey Psusennes I es la segunda tumba de un faraón encontrada inviolada, o casi.

Dos faraónes: Tutankhamón y Psusenes I, dos tumbas, y dos descubridores, Carter y Montet;estos son los puntos de encuentro. Los de desencuentro son la diferente forma en que esos hallazgos fueron tratados en su época, y en la forma que los ha tratado, también el gran publico.

Mientras el descubrimiento de la tumba de Tutankhamón forma parte de la historia de la arqueología, no solo por sus tesoros, si no también por la gran labor efectuada, durante antes y despues de su descubrimiento, en las tumbas reales de Tanis, ocurre todo lo contrario.

El tesoro de Tut, llenó paginas a miles, creo una corriente de “tutanmanía” que perdura aún hoy. La labor de Carter, las fotografias de Burton, el cuidado exquisito en la descripción de las piezas y su catalogación, incluso los motivos personales y las supuestas maldiciones. Cualquier cosa era buena, al fin y al cabo estabamos en los “felices 20″ . Aun hoy día nos fascina leer todo lo concierne a esta tumba. Sin embargo…¿quien era Tut?…pues un jovencisimo monarca, que fue colofón a una oscura etapa en los finales de la XVIII dinastía, y del cual no sabemos practicamente nada.

Sin embargo los tesoros de Tanis, fueron encontrados por Montet de forma casual. Empeñado en una busqueda de lo que él creia el tesoro desaparcido en el saqueo del Templo de Jerusalen, esperaba encontrar quizá el Arca de la Alianza.Convencido de que las tres ciudades (Tanis, Avaris y Per-Ramses) eran una sola arrastro a su familia, primero a su mujer y posteriormente a sus hijas, a la aventura en la que se volcó hasta casi el día de su muerte. Sus metodos fueron muy rudimentarios, las fotografias pésimas y escasas,y su mal caracter legendario; pero con todo eso no se debe despreciar, para nada, la labor realizada. La repercusión para el gran publico del descubrimiento fue escaso, la II Guerra estaba en puertas…

Como ya he comentado al entrar en la antecamara de Psusenes se encontró un enterramiento que correspondía a Sheshong.

Esa pared era la que daba acceso a la cámara de Psusenes. creo que fue en Febrero de 1940, que se entró en dicha cámara.

Lo que alli había era un perfecto caos. La humedad, que rezumaba por las paredes, había dañado todo lo que era material organico. Los cofres de madera que contenian los ushebtys, al descomponerse ésta, había esparcido todo su contenido por la cámara y se habían mezclado con la vajilla de oro del ajuar funerario.

La momia estaba en un estado lamentable, y se tardaron 14 dias es poder sacar la máscara funeraria.
Los trabajos de vaciar los tesoros de la tumba se hicieron en una atmosfera muy enrarecida. El mal caracter de Montet, su mala relación con los obreros, y el gran valor de los tesoros encotrados, hicieron que Montet, solicitara más protección y más soldados, pues al decir de él: “estamos rodeados por merodeadores altamente sospechosos”.

La verdad es que este hallazgo, paso sin pena ni gloria, por las circunstancias que ya he comentado…y es un lastima que la figura de Pierre Montet no sea conocida por él gran publico…

Siguiendo un poco más en estos erráticos apuntes, una curiosidad…cuando se encontró la tumba de Psusennes, esta tenía un magnifico sarcófago de piedra, la tapa muy bonita estaba muy bién labrada…

Más tarde se supo que aquella tapa había viajado desde Luxor, y había pertenecido al faraón Merenptah, hijo y sucesor de Ramsés II.

Otra curiosidad, sabeis la procedencia del oro que los reyes de Tanis tençian en sus tumbas?…pues es muy probable que esa procedencia fuera debida al expolio de las tumbas del Valle de los Reyes…

Los mismos sacerdotes que se dedicaban a la piadosa restauración de momias reales , en sepulturas ya violadas, se dedicaban a la busqueda de sepulturas sin violar, y marcaban los emplazamientos donde creina qu se podía encontrar…

La necesidad de oro era grande, y sin Nubia, la principal proveedora de él, solo quedaba una solución : el reciclaje…

Lamentablemente los metodos utilizados por P.Montet en su busqueda en Tanis fueron más que precarios, las fotografias malas nada tienen que ver con las obras de arte que hizo Burton con los tesoros de Tut. Asi mismo la descripción de las piezas y su inventario también dejaron mucho que desear, desaparecieron piezas, e incluso una hilera completa del famoso collar Psusenes, aquel maravilloso que tiene dos bolas de oro de procedencia Mitana.

Guiza


Las excavaciones

A finales del siglo XIX la meseta de Guiza, parcialmente enterrada por las arenas, era objeto de excavaciones clandestinas por aparte de nativos y viajeros aficionados a la búsqueda indiscriminada de objetos antiguos. El detonante que puso fin a tal actividad fue el hallazgo de la bella estela de Nefertiabet, que se ecuentra actualmente en El Louvre, hecho por el diputado británico Montague Ballard en 1902.

Gastón Maspero, director del servicio de Antigüedades, decide invitar a equipos profesionales de arqueólogos avalados por una Universidad. Es asi como entran en acción el americano George Andrew Reisner, el italiano Ernesto Schiaparelli y los alemanes Ludwig Borchard y Georges Steindorff. Fue en diciembre de 1902 cuando, reunidos en el hotel Mena House al pie dela gran pirámide, tuvo lugar el reparto de las concesiones.

En principi, todos aspiraban a una parte del cementerio Oeste, principal objeto del reparto. La cosa fue más o menos así: la Sra. Reisner puso tres paeles, numerados de 1 al 3, en el interior del sombrero de su marido. La parte Sur, en que se dividió el cementerio occidental, correspondió a los italianos; la parte central a los alemanes y a Reisner le toco la parte Norte. Después vino el reparto de las pirámides. Reisner sabía que los italianos estaban interesados por la pirámide de Kufú, mientras que los alemanes lo estaban de Khafra. Reisner dijo que no había problema y que se las ponían quedar sin sorteo previo entre los tres, a condición de que a él le cedieran Menkaure, por la que tenía un especial interes, y la parte Norte del cementerio del Este de la gran pirámide. Asi se hizo y todos contentos.

Aunque este fue el reparto inicial, a partir de 1905 Schiaparelli abandona la concesión italiana que pasa a depender de Reisner. Los americanos, como no podía ser de otra manera, se llevan la parte del león. De ahora en adelante las piezas cedidas a los EE.UU. incrementaran los fondos del museo de Boston, mientras que la universidad de Harvard publicará los trabajos de la misión americana. Ya entonces, el dólar era el dólar y la prepotencia americana se hacía sentir. Por cierto que el Sr. Reisner era , según se dice, un claro exponente de esta cualidad, la prepotencia, lo cual no quita ni un ápice de valor a su excelente trabajo profesional. Fue un arqueólogo meticulosoque, al igual que hiciera Petrie, excavó con un rigor cientifico fuera de toda crítica. Dedicó su vida a Egipto. Murió en Guiza tras 40 años de excavaciones y estudios. Como Marette Pachá, Reisner descansa en Egipto.

Peculiaridades del reinado de Kufú

El Reino Antiguo está lleno de zonas oscuras debido principalmente a la falta de documentación, pero el reinado de Kufu tiene una serie de particularidades a las que los egiptólogos aun no han encontrado respuesta.

Durante la primera mitad del reinado de Kufú, las mastabas hacían gala de una sobriedad absoluta, sin duda impuesta por el faraón. Al contrario que las tumbas de la dinastía anterior, en las que las tumbas presentaban efigiess del muerto y unas amplias capillas con varias salas decoradas, con Kufu todo cambió sin que se sepa por qué. Lo cierto es que las primeras mastabas de su reinado sólo presentan una sencilla, aunque muy bella estela, que nos facilita el nombre y la posición social del desaparecido.

En un momento determinado, las antiguas mastabas se amplían con capillas construidas en adobe. Las dos falsas puertas situadas en la cara Este de los monumentos funerarios, único ornamento de las primeras mastabas, pronto son el escondido lugar de ofrenda al que se accede por una o varias estancias que constituyen el cuerpo de la nueva capilla adosada. Muchas de las únicas y exclusivas estelas que se ubicaron en las facchadas de la amstaba, permanecieron en su lugar, pero se ocultaron con una losa de forro. Ello ha hecho que nos hayan llegado ahasta nosotros en un muy buen estado de conservación. La delizadeza de su relieve y pintura atestiguan que salieron de los talleres reales, sin duca como un regalo del faraón.

Entre esas estelas llamadas de “menú pancarta” cabe destacar la del principe Upemnefer que está en el Museo de Berkeley.La de la “conocida del rey” Nefer, T.G 1207, también está e Berkeley. La de la princesa Nefertiabet, T.G 1225, esta en el Museo del Louvre.

Las llamadas cabezas de reserva

estas esculturas constituyen el apartado más enigmático de toda la estatuaria egipcia de todos los teimpos. Son asexuadas en la delicadeza de sus facciones y presentan,en su inmensa mayoría, mutilaciones intencionadas, sin duda obedeciendo un rito funerario desconocido. Se encontraron en el fondo del pozo funerario y junto a la losa o pared de cierre de la cámara funeraria. Sólo se dan en esta época de la IV dinastía y excepto contadisimas excepciones sólo en Guiza. No se han encontrado restos de pintura en ellas.

Evolución constructiva de las mastabas en la IV Dinastía

Las primeras mastabas, construidas por Kufu al mismo tiempo que se levantaba su pirámide, ocuparon de forma ordenada, que Reisner clasifico como “calles” (las paralelas al lado occidental de la pirámide) y “avenidas” (las perpendiculares), la parte central del cementerio occidental. Se construyeron a una cierta distancia de la pirámide a fin de dejar espacio para e movimiento de piedras y talleres del monumento. Estaban destinadas a los parientes y altos funcionarios de la corte. Se construyeron a base de un núcleo de cascotes o piedras más o menos escuadradas con un revestimento de piedra caliza que más tarde fue pulida.

Los pozos que conducían a la cámara funeraria, atraviesan la superestructura de la mastaba. Al principio sólo unas falsas puertas, situadas en la cara Este, eran el lugar de culto. Más tarde se edificaron capillas adosadas hechas con adobes.

En cuanto a las primeras mastabas del cementerio Este, se destinaron a los príncipes y familiares más próximos. las reinas se enterrarían en las pirámides satélites. Las 12 grandes mastabas, próximas a la pirámide, que solo tenían un pozo funerario, pronto se convirtieron en 8 más grandes y con dos pozos y cámaras destiandas a un príncipe y su esposa. Para ello se unieron las dos más próximas a la calzada de Kufu, es decir las 8 más al Norte. El resto se consiguió edificando media mastaba a las cuatro ya existentes.