No pude hacer fotografias del interior, por qué venía con nosotros una persona que no nos lo permitió.
En medio de la nada...
El Kab, la antigua Nejeb tiene muchas cosas que ofrecernos. Muchos tesoros escondidos, muchas historias perdidas.
A unos dos kilómetros del speos tolemaico que he comentado en otra ocasión se encuentra, en medio de un lugar inhóspito y solitario , un pequeño templo dedicado a la diosa Hathor, "la guardiana del valle" y a Nekhbet. Es el templo que construyó Tutmés IV y que terminó Amenhotep III. Probablemente este pequeño templo era un reposorio para la barca de la diosa Nekhbet para cuando era llevaba en procesión por la zona. Es uno de los templos del desierto de los que, desgraciadamente, ya no queda nada.
Un pequeño vestíbulo porticado, del que solo quedan las bases de las columnas, da paso a una cámara sostenida por cuatro columnas hathóricas .
El interior profusamente decorado y en bastante buen estado nos muestra distintas escenas del faraón Tutmés IV haciendo ofrendas a la diosa Nekhbet.
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